Skip to main content

LA TENEBROSA DAMA

 |  Hermanas Ferreira Gonçâlves (Círculo de Miedo/Autor)

A veces nos burlamos de los cuentos de los mayores sin estar preparados para enfrentarlos, ya que después de ese encuentro no serás nunca más el mismo.

LA TENEBROSA DAMA

(Cortesía de Ali José Ojeda)

Venezuela

Por mi casa han ocurrido varios eventos con esta llamada Sayona o Llorona; si es que son las mismas.  Recuerdo muy bien que cuando yo aún estaba soltero, una noche escuchamos mi hermano y yo un lastimoso llanto, creíamos que era una mujer a la que el marido la estaba matando, pero no era nada, no obstante, mi hermano menor sí la escuchó cerquita detrás de la casa, y al asomarse dijo que mucha gente del barrio, se quedaban mirando para acá arriba.

En una oportunidad a un tío mío le salió una de estas damas, él venía de frente subiendo las escaleras, escuchó unos tacones que retumbaban en eco, apuró el paso para alcanzarla y echarle los perros (seducirla) porque era una mujer muy bella, pero a medida que se acercaba ella crecía y se ponía fea, tal cual espanto de medianoche.  A mi tío le dio tanto escalofrío que salió corriendo sin parar, y del susto hasta la curda (borrachera) se le quitó.

Lo más escalofriante que ha sucedido por el sector le pasó a un pana (amigo), quien después de visitar a su novia para ese entonces, subiendo las mismas escaleras ya mencionadas, le apareció una bella mujer con tacones altos y pantalón pegado.  Mujeriego le preguntó.

_Hermosa dama, ¿no te da miedo subir por aquí a esta horas y tan solita?—La mujer sonriente le contestó muy pausadamente.

_Si, acompáñame…

_Con gusto belleza, hasta donde tú quieras…

Aquella mujer destilaba sexo y pasión, no obstante, su olor era extraño, no llevaba los perfumes típicos de las mujeres a las que estaba acostumbrado.  Caminaba como una diosa y él se sentía a cada momento más atraído hacia ella.  A mitad de las escaleras ella le dijo seductora e insinuante.

_Abrázame… tengo frío...

Pensó para sus adentros; “esta es mi oportunidad, seguro que me lleva a su casa y terminamos en la cama”.  Cual no fue su espanto, que cuando la abrazaba y besaba con locura, su cara se transformó en una calavera, y un putrefacto olor alteró sus sentidos.  Como pudo se soltó, corrió asustado escaleras abajo hasta su casa, tumbándole a patadas la puerta a su papá, creyendo que esa mujer lo alcanzaría hasta allá.

Desde ese día, juró que nunca más se le acercaría a una mujer solitaria en medio de la noche, no fuera a ser que se topara con aquella tenebrosa dama.

Hermanas Ferreira Gonçâlves.  (Círculo de Miedo/Autor)

Relatos populares

ENERGÍAS DE UNA IGLESIA

EL ARLEQUÍN

POSESIÓN EN EL LICEO

ESE ARLEQUÍN