EL CHIVO BLANCO
Todo lo recuerdo perfectamente, ya que esa experiencia marcó mi vida.
EL CHIVO BLANCO
(Cortesía de Javier Castillo)
Venezuela
Hola, soy de La Victoria, Estado Aragua, tuve una experiencia paranormal cuando era pequeño. Mi familia se mudó a una casa vieja en la otra banda, y una noche antes de ir a la cama, vi la sombra de un chivo caminando en la pared del zaguán y le dije a mi tío, sin embargo, simplemente me contestó.
_Esa es la sombra de los gatos en el tejado.—Y eso me tranquilizó.
No obstante, esa noche cuando dormía, me desperté con una extraña sensación de miedo y cuando abrí los ojos había un chivo blanco frente a mi cama, echaba fuego por el hocico y los ojos colorados como fuego, me asusté mucho. Vi tres veces al chivo blanco que movía una de sus patas delanteras como un toro cuando embiste. Me cubrí con la sábana y traté de llamar a mi tío que dormía conmigo y la voz no me salía del miedo.
Todo lo recuerdo perfectamente, ya que esa experiencia marcó mi vida para siempre. Sé que me descubrí la cara y el chivo seguía allí desafiante, así que me volví a cubrir y comencé a pellizcar a mi tío, pero como conjuro solo se movió un poco y aun así no despertaba y el chivo seguía ahí. Protegido por la sábana, me acurruqué y no volví a desarroparme más hasta que me quedé dormido.
A la mañana siguiente conté lo que me había pasado, y todos se animaron a relatar sucesos extraños; a mi hermana le salió una viejita, a mi mamá le soplaron los oídos fuertemente cuando se estaba bañando, dice ella qué fue tan fuerte que la espuma del jabón se pegó a la pared y salió corriendo del baño desnuda.
Recuerdo que, en una ocasión, en un atardecer estando frente de la casa con una tía, mi hermana que es mayor que yo 2 años, una vecina con una niña, de repente la puerta se cerró de golpe, entonces mi tía trató de subir a la niñita por la reja de la puerta para abrirla, la niña miró hacia nosotros diciendo:
_Ahí viene una señora para abrir la puerta.
Lo sorprendente de todo es que no había nadie en la casa, todos suponemos que fue la misma viejita que vio mi hermana saliendo de un ropero con un paño en el hombro.
A los 3 meses nos mudamos. Al salir, los vecinos nos dijeron que nadie duraba en esa casa. De allí nos fuimos al barrio “Párate”, donde vivimos dos años y mi familia se mudó de nuevo a la otra banda en la calle Libertador, pero como a dos cuadras de la casa embrujada, ya yo tenía 6 años y medio y siempre sentía terror al pasar por el frente de esa casa, pues me traía inquietantes recuerdos del chivo blanco.
Esa casa quedaba casi al frente de un lugar llamado “La Negra Hipólita”, en realidad no sé qué pasaría con esa casa pues ya no vivo en Venezuela, tengo más de 20 años en los Estado Unidos. Estos sucesos ocurrieron en la década de los 60´, y aún recuerdo lo que contaban los vecinos, que en el patio de esa casa se veía una luz a medianoche, luz que precedía la espantosa imagen de un espíritu errabundo.
Nunca olvidaré esta experiencia, a pesar de que después de eso nunca más en mi vida he visto nada, fue solo en esa casa que me marcó para siempre.
Hermanas Ferreira Gonçâlves. (Círculo de Miedo/Autor)