TIENDAS DE OBJETOS USADOS
Con el corazón oprimido, recorrimos en silencio aquel lugar, quizás por todos aquellos recuerdos olvidados y desechados.
TIENDAS DE OBJETOS USADOS
Sintra/Portugal
Siempre nos fascinaron las cosas antiguas, así que al tropezar con una tienda de objetos usados era para nosotras un deleite. Observábamos con detalles todos aquellos objetos que mostraban una historia, un pasado, sin embargo, al entrar en una tienda en particular del centro de la ciudad, nada más atravesar el umbral sentimos una tristeza sin nombre, como si todos aquellos muebles quisieran decir algo, activándose una extraña energía de aquellas cosas que un día adornaron un hogar y que ahora eran desechados por la descendencia.
Imágenes de santos y vírgenes en sus estuches de madera, porcelanas de mil y una forma, pañitos tejidos; quizás por una mano temblorosa. Juegos de té, café y vajillas que una vez contuvieron alimentos en algún agasajo importante: Navidad, cumpleaños, visitas importantes, tertulias misteriosas, quién lo sabe. Solo sus dueños saben cuánto les costó adquirirlos o el presente que alguna vez recibieron, o más aún producto de una herencia.
Recorrimos en silencio y con el corazón oprimido por todos aquellos recuerdos olvidados y desechados, emociones y energías que se fusionaban; unas buenas y malas, otras tristes y alegres, en fin, una mescolanza que abrumaba.
Allí había muñecas que un día recibieron el abrazo de una niña, juguetes que dejaron de ser preferidos y quedaron en el olvido, y después de dar tanta alegría, van estorbando y los dejaron en un rincón por innovaciones, ya nadie los amó.
También había pequeños tesoros; broches que adornaron alguna vez la elegante blusa, chal o fular de la abuela, joyas que pasaron de generación en generación hasta que le tocó a esta tan desprendida, que la mayoría de las veces es tan impersonal y que no le da valor a nada.
Cuando recordamos las cosas que tuvimos que dejar al emigrar, nos trae a la memoria aquella gran tristeza que pasaron nuestros padres, no solo dejar a su familia, sino sus cosas más preciadas. Así que no dejes nada en cajones para quien no lo aprecie, disfrútalos al máximo o dalos en vida a quien lo va a usar y valorar, no dejes que quede en el olvido en un rincón de estas viejas casas de antigüedades y objetos usados cargados de energías y viejos fantasmas que puedas llevarte a tu casa, somatizando todas las emociones de su pasado. Siempre las visitamos con mucha prudencia de no traernos un viejo fantasma ó energía oscura.
Hermanas Ferreira Gonçâlves. (Círculo de Miedo∕Autor)