Skip to main content

LA CABALGATA

 |  Hermanas Ferreira Gonçâlves (Círculo de Miedo/Autor)

Si no crees en las tradiciones por lo menos no te burles, y mucho menos faltes el respeto a las personas mayores.

LA CABALGATA

(Cortesía de Beto Ferrer Talavera)

España

Hola mis panas de Círculo de Miedo, gracias por siempre recibir con tan buena onda mis relatos, y más aún me enorgullece los de mi querido viejo Talavera Cruz y el siguiente va por él.

En muchas partes del mundo se celebra la llegada de los Reyes Magos del Oriente, claro está que en España de verdad es otro nivel. Bien de eso se trata mi relato, contado por el viejo Talavera Cruz, quien siempre tenía mucho que enseñar.

Para la gente creyente era y es un gran acontecimiento, además que antiguamente no se tenía tantas cosas como las de ahora, por lo que para un niño de pueblo dejar su zapato en la ventana para que sus majestades les dejaran un presente era toda una gran alegría, unos recibían frutas, higos secos, pan dulce, otros caramelos, y a los más afortunados le dejaban monedas. Y a los que se portaban mal, un pedazo de carbón.

Ese año en el que Talavera Cruz apenas era un crio como de unos 7 u 8 años, fue junto a sus ancianos padres a la misa, y allí el sacerdote de pueblo habló sobre la Cabalgata de los Reyes Magos que tiene sus raíces en la celebración cristiana de la Epifanía, la cual rememora su visita al niño Jesús, y es así como Melchor, Gaspar y Baltazar acompañados de sus pajes y comitiva formaban una caravana, de esa forma van siguiendo la estrella que las Sagradas Escrituras señalaban como el lugar de nacimiento del Niño Dios y óigase bien; su conmemoración.

En su inocencia, el pequeño Cruz le dijo a un vecinito, que estaba muy emocionado con la llegada de los Reyes Magos.

_¡Como eres bobo, eso no existe, además los Reyes Magos si existieron ya están bien muertos!

_¿Por qué hablas así?, el sacerdote explicó que hoy pasaría la cabalgata de los Reyes.

_¡Eso es mentira!

El papá de Cruz escuchando la conversación odiosa de aquel endiablado chico, intervino.

_Oye con atención niño, si es mentira, tan solo quédate a ver si pasa la comitiva de sus majestades, el preámbulo de su llegada es el sonido de su cabalgata que se escucha a lo lejos; seas o no creyente, pero sólo lo verán los niños que tienen fe, son buenos y no se burlan de las tradiciones.

_¡Claro que lo haré viejo mentiroso, yo no tengo miedo si lo que pretendes es asustarme!

_No es esa mi intención, solo te digo que no salgas de tu casa, observa desde la ventana, porque tal vez por tu rebeldía puedas pasarla mal.

_¡Tu solo sabe es enterrar muertos, y piensas que me vas asustar, cállese de una buena vez!

_¡Lárgate, si fuera mi hijo, ya te hubiera dado una zurra, mocoso impertinente!

Antes del anochecer el pequeño Cruz dejó frente a su puerta un balde con agua, y un poco de pasto para los camellos. Y después de rezar en el altarcito para los reyes, donde estaba la rosca y el vino para ellos se acostó. No solo escuchó la cabalgata, sino que una luz muy luminosa pasó por el valle con formas alargadas y sin darse cuenta había en su ventana una moneda y un pedazo de pan dulce, cayendo en un profundo sueño.

A la mañana siguiente había un gran alboroto en la casa del vecino cuyo niño retó las tradiciones, estaba como lelo, no hablaba, no reaccionaba.

Llamaron a la curandera, la esposa de Talavera, quien después de ciertos pases mágicos, preguntó.

_¿Desde cuándo está así?

_Anoche lo encontramos afuera.

_Juancito, Juancito, ¿qué viste anoche?—El chico comenzó a gritar.

_¡La cabalgata… La cabalgata!…

_¡El niño vio a los Reyes, que prodigio!—Exclamó uno de los curiosos.

_No señor.—La curandera pasó la llama de una vela frente a los ojos de Juancito exclamando asustada.—¡Madre Santa!, este niño tiene los ojos velados como los muertos. Los Reyes no producen ese efecto, este niño esta aterrorizado, puedo asegurar que, en vez de ver la Cabalgata de los Reyes, probablemente lo que vio anoche fue la cabalgata de espectros que van sobre caballos esqueléticos, son de mal presagio, comunes en los días de invierno, junto a la Santa Compañía.

_¡Dios del cielo!—Se persignó el viejo Talavera.—Eso le pasó por falta de respeto y no creer en las tradiciones. Esa horda de espectros suele secuestrar almas para llevárselas y así acompañarlos en su infernal cabalgata.

Los llantos se sucedieron, en especial los de la madre del atrevido niño. Se iniciaron rezos y ensalmes, se encendieron velas y se pagaron misas por el hechizado hasta que volvió de los muertos.

Así que mis panas de Círculo de Miedo, si no crees en las tradiciones por lo menos no te burles, y mucho menos faltes el respeto a las personas mayores, si ese niño le hubiese hecho caso al viejo Talavera cuando le dijo:  Solo te digo que no salgas de tu casa, observa desde la ventana, porque tal vez por tu rebeldía puedas pasarla mal”.  Pero éste se burló y desvió la bendición de los Reyes.

recuerda que siempre hay mucho que aprender y que más sabe el Diablo por viejo que por Diablo.

 

Hermanas Ferreira Gonçâlves. (Círculo de Miedo/Autor)

Relatos populares

LA SEÑORA DE LA ROSA

VESTÍA A LOS MUERTOS

EL CEMENTERIO DE CENIZAS

LOS TRES AMIGOS

EL HOTEL HUMBOLDT