NOVIEMBRE; MES DE DIFUNTOS
Era costumbre en antaño, que nuestros abuelos nos contaran cosas para advertirnos.
NOVIEMBRE; MES DE DIFUNTOS
(Cortesía de Ebel Díaz)
Venezuela.
Uno de sus artículos posteados, me recordó algo parecido que me contó una vez mi abuela materna, quizás como advertencia pues a las personas chismosas, entrépitas que viven pendientes de la vida de sus vecinos les puede pasar esto.
Había una mujer solterona que vivía con su abuela, y siempre tenía por costumbre ver por las ventanas de la casa para ver todo, y es que incluso de noche siempre estaba de curiosa, su abuela siempre la regañaba explicándole que eso no estaba bien, que dejara de hacer eso.
_Mija yo sé que usted es muy curiosa, pero está comenzando el mes de los difuntos, y las ánimas andan sueltas, recógete en tu cama temprano, no sea que pases un susto.
Dicho esto, la abuela se fue a dormir. No obstante, ella desoyendo los consejos se quedó en vela a ver que podía curiosear.
LA SEÑORA MATILDE
Los que saben, saben. Quién en la ciudad de Los Teques no recuerda a…
LA SEÑORA MATILDE?
Los Teques/Venezuela
Recordamos a la señora Matilde, ciertamente era una señora de origen portugués que curaba de males y ensalmaba, con conocimientos ancestrales de su pueblo natal utilizando remedios caseros, rezos y demás.
La tía María Luisa no le gustó el aspecto de mi mano lastimada, por lo que me recomendó que fuera donde la Señora Matilde allí mismo en Los Teques, ya que ella sobaba y rezaba.
ECHAR LA CULEBRILLA
En otro orden de historias misteriosas, recuerdo un hecho que tiene similitud con el “mal de ojo” y tan terrible como éste:
ECHAR LA CULEBRILLA
(Cortesía de Angelvín Patiño)
Los Teques/Venezuela
En efecto, un señor muy amigo y ya con 80 años fue víctima de esa extraña clase de hechizo. Cierto día cuando lo fui a visitar en entretenidas conversaciones y tazas de café, observé que se rascaba constantemente en un costado y le dije:
_¡Oye vale!, ¿qué te pasa en las costillas? Te andas rascando como perro sarnoso.—El viejo masculló sus típicas maldiciones de isleño canario y me respondió.
_Coño si gallinito (como me decía), esta maldición de rasquiña me tiene loco…—Allí soltó una sarta de palabrotas.
PUBLICIDAD
Quieres anunciarte en nuestras plataformas? haz click en la imagen de arriba.
Visitas al blog
Hay 7061 invitados y 7 miembros en línea